Radar de lluvia

jueves, 15 de julio de 2010

Stmo. Cristo a la Columna

Los azotes desgarran su figura
con la mano brutal de la injusticia,
el desprecio, del odio y la malicia
de un mundo anonadado en su hermosura.
Es un surco sangrante su ternura.
Esparce la semilla, la primicia
del fruto inmaculado. La sevicia
del látigo su génesis madura.
Se somete al martirio con valor.
Su silencio es la voz de enamorado
eximiendo al amado del castigo.
Atado a la columna del dolor,
el cuerpo malherido, lacerado,
es oblación de excepcional amigo.

La Devoción de todo un Pueblo