Radar de lluvia

viernes, 21 de febrero de 2014

Los Aromas de una Pasión hechos cartel

En la mañana de hoy se nos daba a conocer lo que sera el Cartel de nuestro blog que plasme la Semana Santa de este 2014.
Dicho cartel ha sido realizado por nuestro amigo Victor Fernandez Garcia, la tecnica empleada es oleo sobre lienzo, el cartel representa el bello rostro de la dolorosa de la hermandad del Santo Entierro acompañada de un acolito.
Desde aqui darle las gracias por su colaboración desinteresada en este cartel.

De canela y clavo

De canela y de clavo, manos atadas que se les escapa el viento, moreno rostro apenado como el lirio ya marchito de aquella pasada madruga, de cuando los vencejos revoloteavan el viejo compás de tu convento, la pena invade ya el alma que a la Trinidad baja buscando consuelo con un dulce beso con sabor a canela y olor a clavo.

jueves, 20 de febrero de 2014

La Solana y las hoces, la Barcelona de La Mancha, un libro de Aurelio Maroto Gómez-Pimpollo

Ha llegado a mis manos este interesante libro editado por la Fundación Histórico-Cultural “Paulino Sánchez Delgado” de La Solana. Su autor, Aurelio Maroto, hijo, nieto y sobrino de auténticos herreros de hoces, se dedica desde
hace tiempo al periodismo y ahora brinda este merecido homenaje a una de las señas de identidad de La Solana, la fabricación de hoces, un producto elaborado artesanalmente que ha sido sustento de cientos de familias durante más de dos siglos, convirtiendo a nuestro pueblo en el mayor productor nacional e internacional de esta herramienta.

Aurelio hace un recorrido por los orígenes de la fabricación de hoces en La Solana, que sitúa a principios del S. XIX, el aumento de la producción en los primeros años del S. XX, el auge de la posguerra, la mecanización, la caída de las ventas, la desaparición de las fábricas, los tipos de hoces, el trabajo en las fraguas y las 40 marcas que ha logrado datar.

Un libro que en palabras del propio autor está: “Dedicado a todos los herreros solaneros que escribieron con su sudor y con su sangre, una de las páginas más maravillosas de La Solana. Una legión de héroes, herreros de raza, de dinastía, que llegaban y se iban de la fragua con la luz encendida, se helaban las manos afilando en el remolino en las mañanas de enero o se cocían forjando a macho y martillo las tardes de julio”.

Y por qué no, dedicado también a todos los segadores que durante siglos, se sirvieron de esta herramienta tan sencilla y tan practica, para recolectar cereales y otros productos.