Radar de lluvia

martes, 6 de noviembre de 2012

Amargura Malaguena

Juan Zamarrilla reinando Carlos III asevera el romancero, era vecino de Igualeja  bandido generoso que dirigía una partida uraz y famosa por sus correrías, en una de ellas llega a las mismas puertas de Málaga, mas advertidas las Autoridades envían a su encuentro para prenderlo a alcuceros y cochetes, que ponen en fuga y acaban con su compra, perseguido emprende Zamarrilla la huida hacia Antequera pero viéndose perdido, se oculta en una ermita pequeña donde se venera la imagen de la Amargura subido en la capilla para salvarse de sus perseguidores decide Zamarilla ocultarse bajo el manto de la virgen así no es visto por sus perseguidores, saliendo tras la angustia de su cuerpo, quiere entonces Zmarrilla por ofrenda dejar a su bienhechora una rosa blanca que llevaba en su zurrón para galanes amores y acercándose a su pecho la prende con el puñal, se arrodilla reza en silencio y cuando vuelve a mirar aquella ofrenda en el pecho de la dulce salvadora templatonito cual si con sangre tiñera que la blancura se torna en carmines en la rosa de su ofrenda, lloro amargamente y arrepentido de sus opciones siguió su fuga pensando en dedicar todos sus días a redimir sus pecados entrando ya libre de acechanza como lego en un monasterio antequerano.