Radar de lluvia

domingo, 15 de enero de 2012

Novena de despedida a Maria Santísima de la Encarnación de Peñarroya

DÍA SEGUNDO
¡Oh Santísimo Hijo de María Santísima de la Encarnación de Peñarroya y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes, por medio de una buena confesión.

Bendita sea tu pureza
 Y eternamente lo sea,
 Pues todo un Dios se recrea
 En tan graciosa belleza.
 A ti, celestial Princesa,
 Virgen sagrada María,
 Te ofrezco en este día
 Alma, vida y corazón.
 ¡Mírame con compasión!
 ¡No me dejes, madre mía!