En el año 1666 los frailes capuchinos habían trasladado desde Sevilla a Mámora una imagen de Jesús Nazareno, que al ser conquistada la fortaleza por los moros pasó a formar parte del botín conseguido y que era trasladado a Mequinez. En ese lugar se encontraba el fraile trinitario descalzo Fray Pedro de los Angeles, quien negociaba con el rey mooro el canje de varios moros cautivos por algunas de las imágenes conseguidas en el asalto a Mámora.
Según los datos que ofrecen los historiadores trinitarios, el rescate de imágenes y cautivos lo realizaron los frailes trinitarios Fray Miguel Jesús y María, Fray Juan de la Visitación y Fray Martin de la Resurrección, quienes libraron del cautiverio del rey de Fez, Muley Ismael, a un total de 211 cautivos, entre los que, señalan los referidos historiados, había soldados, mujeres y niños, pagando por la mayor parte de ellos 50 pesos.
Entre las imágenes rescatadas se encontraba la de Jesús Nazareno, por lo que desde ese momento a la imagen del Redentor se le comienza a llamar, según el Padre Carrocera, “Jesús Rescatado”. La imagen llega a Madrid el 21 de Agosto de 1682 y es trasladada al Convento de los Trinitarios Descalzos, ubicado en el lugar donde se alza la actual Basílica de Jesús de Medinaceli, que había sido levantada en el año 1606 en los terrenos cedidos por el Duque de Lerma y valido de Felipe III, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas.
La iglesia era bombardeada por los franceses en 1808, pero la capilla de Jesús resistía esa guerra primero y seguiría en pie tras la exclaustración de los frailes en el año 1835. Tras ser cedidos los terrenos del Convento a los frailes capuchinos en el año 1895, era derribada para levantarse en esos terreros y otros situados al lado en 1922 la iglesia y convento de Jesús de Medinaceli.
Tras la Exclaustración de los frailes la imagen de Jesús recorría varias Iglesias madrileñas, desde la de Montserrat a la de San Sebastián, hasta volver a su emplazamiento. Cuando llegó la guerra civil comenzada en julio de 1936 los frailes capuchinos la escondieron. Envolviéndola en una sabana, era introducida en una caja de roble, siendo colocada en un lugar escondido del templo.
Jesús Rescatado en El Convento Solanero
En un trabajo publicado por Antonio Velasco, (cronista oficial de la villa), sobre la imagen de Jesús Rescatado, el convento de los Trinitarios y la parroquia de San Juan Bautista de la Concepción, este escribe: “lo que en Madrid se hacía en lo referente a la Hermandad de Jesús, capilla, imagen, era copiado por los conventos que los trinitarios tenían en los pueblos y en La Solana, como es natural, no iban a ser una excepción, sino todo lo contrario, siguió en un todo lo que se hacía en Madrid”. Otro dato que recogemos del mencionado historiador hace referencia al comienzo de las obras de la capilla que fue en el año 1725, debido a una donación realizada por doña Isabel María de Salazar.
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