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miércoles, 15 de junio de 2011

A Tudela en bicicleta con 69 años. La aventura de Alfonso Montalvo ya está en marcha

La siguiente noticia tiene poco de cofrade, pero por ello
 no es menos importante. Se trata de Alfonso Montalvo
"Alfonsillo" Sobrino de mi Abuela materna, por ello
e querido rendirle este 
homenaje y desearle toda la suerte
para que pueda llegar bien a su destino. 


          Le preparó el desayuno, le dio dos besos y le dijo ‘ten cuidaico’. Así se despidió Alfonso Montalvo de su esposa antes de subirse a la bicicleta. Por delante tenía 550 kilómetros de carretera, la distancia que separa La Solana de Tudela. A sus 69 años, se ha aventurado a subir hasta la localidad Navarra a lomos de su bici en apenas cuatro días. Cuando llegue, podrá visitar la tumba donde descansan los restos de su madre, y ver a sus hermanas Isabel, Antonia y María, además de su hermano Luis, uno de esos emigrantes solaneros que hace más de 40 años se fue a la cebolla y no volvió.
         Alfonso es un personaje popular en La Solana. Camionero de toda la vida, es un aficionado al fútbol incurable, fijo en La Moheda, y aguador en tiempo de romería. Desde hace años monta una pequeña cisterna y se dedica a dar agua altruistamente a los romeros que cubren a pie el trayecto La Solana al Castillo de Peñarroya cuando llega septiembre.
         La peripecia que ha emprendido tiene su miga. Al borde de convertirse en septuagenario, Alfonso admite que su familia fue reticente cuando contó sus intenciones “se echaron las manos a la cabeza y lo primero que me dijeron es que estaba loco”. Pero cuando atendió la llamada de Radio Horizonte ya se encontraba en plena ruta. Estaba llegando a El Toboso y sólo habían pasado 3 horas y media desde su partida.
         El objetivo era cubrir el trayecto en 4 jornadas, a razón de 130 o 140 kilómetros diarios. Sin embargo, el primer día quería cubrir 160 “me encuentro bien, voy de miedo” –nos dijo-, aunque prefiere no forzar la máquina “tampoco quiero pasarme de rosca”. Con su edad, cualquier desfallecimiento puede ser peligroso.
         Alfonso no ha llevado a cabo ninguna preparación especial previa. Está acostumbrado a subir en bicicleta y a hacer kilómetros por pura afición. Además, su salud es muy buena y físicamente se encuentra en plena forma “me siento bien, no me duele nada y me gusta hacer deporte”. Pero el trayecto es largo, el calor aprieta y la soledad de la carretera impone. Por eso, su hijo Alfonso, que es atleta popular, le ha fijado una dieta “me ha dicho que coma pasta, aunque no me gusta mucho, ternera a la plancha, ensaladas sin tomate y, sobre todo, que beba mucho agua”. Además, me ha dado unas pastillas que dice que son muy buenas para aguantar bien.
         Su plan de viaje no incluye lugares fijos de manutención o alojamiento “comeré donde pille y dormiré donde pare; siempre habrá algún hostal por ahí”. Una vez en Tudela tendrá ocasión de reunirse con los suyos. ¿Y el viaje de vuelta? “también en bicicleta, por supuesto”. Menuda aventura.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Solanero de casta bravia, solanero de grandeza y esfuerzo, de ir en bicicleta a su gente de Tudela, buena gente solanera.

Anónimo dijo...

Solanero de casta bravia, solanero de grandeza y esfuerzo, de ir en bicicleta a su gente de Tudela, buena gente solanera.