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lunes, 16 de febrero de 2009

EL CONSEJO ESTUDIA LA POSIVILIDAD DE QUE LA RESURRECCIÓN SALGA EL SÁBADO SANTO


"Con la Resurrección se están llevando las cosas con la discreción oportuna"
El presidente del Consejo, Adolfo Arenas, asegura que lo importante es el diálogo entre todas las partes para llegar a un acuerdo.Primero fue el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, quien afirmó, en un encuentro digital con los lectores de Diario de Sevilla, que "vería muy bien que el Resucitado saliera el Sábado Santo pero la forma no me compete a mí". Ahora es el presidente del Consejo de Cofradías, Adolfo Arenas, quien ha asegurado que "cualquier consideración litúrgica sobre la no incorporación al Sábado Santo queda fuera de lugar tras las palabras del prelado".
Algo se cuece en la cocina del Consejo para buscar una solución a la complicada situación que vive la cofradía en la madrugada del Domingo de Resurrección. Pero no es fácil, hay que poner de acuerdo a muchas partes, "por lo que se está trabajando el diálogo en todas las direcciones. Hay que buscar la mejor forma de hacerlo", explica Arenas.
El debate está en los ambientes cofrades, "y el Consejo no es ajeno a esta circunstancia", admite. "Estamos trabajando en ello con la discreción oportuna, son muchos los puntos que hay que tratar. Lo que sí es cierto es que, cuando nos sentemos en una mesa, a priori no se puede rechazar ninguna propuesta", advierte.El presidente del Consejo asegura que la posibilidad de que cuadre el Misterio de la Resurrección el Sábado Santo, "cobra una indudable fuerza y valor tras las palabras del cardenal, desmontando así los argumentos de los que se muestran en contra", asegura.
Por su parte, desde la hermandad indican que poco más pueden hacer para procurar este cambio de día. Juan Muñoz Jigato, hermano mayor, explica que la intención de la hermandad "sigue ahí, pero depende del Consejo. Nosotros ya lo hemos planteado burocráticamente, incluso en los cabildos de toma de horas".
Desde su fundación, la hermandad de la Resurrección encontró importantes dificultades para que fuera aprobada como corporación de penitencia. Sus orígenes se remontan al año 1937, cuando se crea una hermandad de "La Invención de la Santa Cruz y la Divina Pastora" que llegó a procesionar por el barrio de San Julián.
La cofradía, como hoy se conoce, nace en el año 1969 en el colegio de la Purísima de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en la calle San Luis. Se escogen como titulares a la Resurrección de Jesucristo y a la Santa Cruz. En este sentido, como recoge la historia de la corporación, la hermandad se plantea desde sus comienzos ser cofradía de penitencia que represente los dos aspectos inseparables del Misterio Pascual: la Pasión y la Resurrección de Jesús.
No obstante, la hermandad no consigue su propósito y debido al rechazo de diversos sectores eclesiales y cofradieros tuvieron que rehacer el proyecto y suprimir los aspectos penitenciales, consiguiéndose la aprobación de las reglas como hermandad de Gloria el 19 de marzo de 1972.
Tras varios años, la hermandad vuelve a centrar sus esfuerzos en conseguir la aprobación como penitencial. Así, presentan de nuevo a la autoridad eclesiástica "las razones que justificaban la existencia en Sevilla de una cofradía de Penitencia que presentara unidos los dos aspectos del Misterio Pascual", como se explica en la historia de la hermandad recogida en la web de la corporación.
Los deseos de la hermandad se ven cumplidos el 12 de octubre de 1981, cuando el cardenal Bueno Monreal decreta que se añada al aspecto de Gloria la dimensión de cofradía de Penitencia y Sacramental, autorizándola a efectuar estación a la catedral vestidos sus nazarenos con túnicas en la madrugada del Domingo de Resurrección e invitándola a ser "el exponente completo y la culminación de todo el Misterio Pascual de Jesucristo nuestro Señor", como recoge el decreto.Esta decisión generó gran controversia en algunos sectores del mundo cofradiero por la inclusión de esta hermandad en la nómina de penitenciales. En marzo de 1982, se solicitó, a través del Consejo de Hermandades, la revocación del decreto. Tras dos plenos de hermanos mayores se resolvió el asunto en favor de la hermandad de la Resurrección.

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